El gobierno del Reino Unido ha anunciado una importante nueva ronda de sanciones dirigidas a la llamada 'flota sombra' de petroleros de Rusia, que han sido utilizados para evadir las restricciones occidentales y financiar la guerra del Kremlin en Ucrania. Hasta 100 embarcaciones sospechosas de transportar petróleo ruso en desafío de las sanciones serán prohibidas en puertos británicos y podrían ser detenidas. El primer ministro Keir Starmer se ha comprometido a 'destruir' esta operación encubierta, con el objetivo de cortar una fuente clave de ingresos para el régimen de Vladimir Putin. La medida se produce antes de una reunión de una coalición militar y forma parte de los esfuerzos más amplios para fortalecer la aplicación de las sanciones impuestas después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022. Las acciones del Reino Unido están diseñadas para proteger la infraestructura crítica y aislar aún más a Rusia económicamente.
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