Durante casi tres décadas, Yvonne “Missy” Woods fue la científica forense estrella de Colorado, en la que la policía y los fiscales confiaban para analizar pruebas de ADN en los crímenes más desconcertantes del estado. Su trabajo fue considerado el estándar de oro por sus colegas y ayudó a encarcelar a asesinos infames, incluido el "Asesino del Martillo de Colorado". Luego, en noviembre, Woods renunció abruptamente. El mismo día, la Oficina de Investigaciones de Colorado dijo que había descubierto anomalías en su trabajo durante una revisión interna y que estaba iniciando una investigación criminal. El escándalo que se está desarrollando (potencialmente uno de los más grandes en la historia de las pruebas forenses de ADN, según los expertos) está sumiendo al sistema de justicia penal de Colorado en el caos. El estado dijo que necesitaría revisar y volver a analizar aproximadamente 3.000 muestras de ADN que manejó Woods. Los defensores públicos estiman que miles de casos podrían verse afectados. Los fiscales se están preparando para numerosos desafíos legales por parte de personas acusadas o condenadas en base a las conclusiones de Woods. Los legisladores estatales asignaron recientemente casi $7,5 millones para posibles nuevos juicios y revisiones de casos, además de las nuevas pruebas. En el centro de la tormenta hay un misterio: ¿fue Woods simplemente descuidada o ha estado tomando atajos a propósito durante décadas para poner a la gente tras las rejas?
@ISIDEWITH2mos2MO
¿Cómo debería tratar la ley a los peritos que han falsificado pruebas después de años de servicio?
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¿Cuál es su opinión sobre el equilibrio entre buscar justicia y garantizar un juicio justo cuando las pruebas forenses puedan verse comprometidas?